segunda-feira, junho 12, 2006

El Caso AG


La mujer vudú tenia un perro que hablaba. Hablaba y bebía cerveza, una mutación de su especie producida por la ingestion de hongos cuando era un animal joven. Ademas tenia un caracter amargo e irascible, que iba empeorando con los años. Todo ésto hacía de él un perro desagradable y mas bien molesto, pero la mujer vudú lo tenía desde hacia tiempo, y lo habia aceptado como una especie de venganza karmika que se soportaba con paciencia.

Ese sábado a la tarde el chucho estaba especialmente irritante …

- ¿Has posteado ya en la receta de Patioba? ¿Cuando le vas a mandar el texto a AG? repetia una y otra vez rascándose las pulgas y sacando flatulencias post-almuerzo…

- Fungo, me estás estresando – dijo ella, y de una patada con su bota de tacón le echó de la habitación a la calle …

AG… pensó mientras giraba un rizo entre los dedos … se acercó a la colección de espejos y tomó uno mediano, con marco de madera gastada. Con un movimiento de los dedos invocó los ojos de AG, que aparecieron ahora mirándola através del espejito. La luz de la tarde estaba dandole al cuarto un color de ámbar, dulce y espeso, y la brisa dejó entrar el olor del jazmín y la madreselva… asi que cuando terminó de leer los ojos en el espejo, la mujer vudú se quedó dormida.

Carmen Sandiego, fundadora e dissidente do Cochabamba Hotel.

Um comentário:

Anônimo disse...

Bravo!! tenemos aqui un club de escritores? Muy bueno!!!